¡ B I E N V E N I D @ S !


martes, 5 de octubre de 2010

NTICx y Educación ¿Una nueva perspectiva?

   La educación es un tema que no puede tratarse como un factor aislado del resto de la sociedad. Si nuestros pueblos están faltos de seguridad sanitaria, trabajo y alimento, esto repercute directamente sobre la educación.

   La educación debe ser vista desde un marco global, desde un contexto influenciado por diferentes factores que la afectan insoslayablemente.

   Las TIC se encuentran dentro de ese abanico de factores que generan mega-influencias en la sociedad. A partir de ellas, las formas de construcción de la subjetividad, ha cambiado. Hemos modificado la comunicación y el tipo de lenguaje que utilizamos, la forma de investigar y acceder al conocimiento, la forma de vincularnos con los otros y hasta con nosotros mismos.

   Decididamente, estos cambios afectan a la educación y deben ser tenidos en cuenta, por el docente, en el aula.

   Si bien las TIC, no son el nuevo dios contemporáneo que viene a salvar a la humanidad de sus miserias, vemos que por su influencia subjetiva y social no pueden quedar al margen de las aulas. Esto significa que la política educativa, no puede abandonar la decisión de incorporar las TIC en las aulas, pues tanto Docentes como niños y jóvenes estudiantes, somos “sujetos de derecho” atravesados por la historia y la cultura en las que las TIC tienen un papel importante.

   Con el fin de formar ciudadanos críticos y reflexivos, la incorporación de las TIC en las aulas, constituye un nuevo desafío para los docentes, que deben implementar nuevas estrategias que propicien aprendizajes analíticos, significativos y metacognitivos sobre los discursos mediáticos que las Nuevas Tecnologías generan.

   Para lograr este fin el docente de NTICx deberá poner en juego el conocimiento científico propio de las TIC y sobre los cuales la escuela tiene la misión indelegable de transmitir. El docente, entonces, debe llevar a cabo sistemáticamente la transposición didáctica, es decir, transformar el conocimiento erudito/científico en conocimiento escolar.

   Concretamente, nos referimos al conocimiento científico inherente a las NTICx, dado que este es el objeto de estudio de esta materia. Estos conocimientos son los que han sido oportunamente detallados en el diseño curricular: Conceptos, características, funciones, usos y efectos de los dispositivos propios de las Nuevas Tecnologías, son saberes que el docente tiene la obligación de transmitir, en el marco de la relación pedagógica inherente que existe entre el docente y el alumno.

   Dentro de la diversidad de funciones más importantes que el docente debe desempeñar, es innegable que estos contenidos deben ser abordados de manera creativa y re-creativa, problematizada, transversalmente y dialogizada con la realidad, con los aparatos utilizados y con los sujetos que los utilizan. Con este marco, el docente no es un mero transmisor de conocimiento sobre los dispositivos que se utilizan con las nuevas tecnologías, sino que es un sujeto capaz de descubrir y producir (junto a otros) nuevos conocimiento.

   Para ello deberá poner a prueba su habilidad para generar empatía con los jóvenes, “nativos digitales”, (y con sus pares para trabajar de forma transversal y colaborativa) nutriéndola de las experiencias pasadas y presentes (dentro y fuera del aula) para reflexionar sobre su práctica educativa. Esta habilidad le permitirá transformar su saber, fruto de la experiencia, en conocimiento profesional.

   Abordando así las NTICx, los sujetos pedagógicos, se transforman en sujetos que mediante dispositivos tecnológicos, construyen y producen críticamente nuevos conocimientos y son protagonistas reflexivos hacedores de nueva cultura.


    Para esto, el Diseño curricular de las NTICx propone de manera relevante estos temas:

• La importancia otorgada al analfabetismo digital-Informacional. En mi opinión, es la primera vez que  en el diseño curricular, se tiene conciencia clara y precisa sobre la importancia de la alfabetización digital-informacional. Se da relevancia a la brecha que existe entre aquellos que acceden a las tecnologías y aquellos que no, destacando que las nuevas tecnologías son “herramientas para pensar”, por tanto deben ser accesibles a todos, porque todos, como sujetos de derecho, deben tener la oportunidad de utilizarlas y trabajar con ellas. Bajo una nueva perspectiva, no solo de dominio y experticia sobre la herramienta, sino como creadora y productora de nuevo saber.

• El surgimiento del concepto de Ciudadanía Digital en el currículum. A lo largo de estos años hemos asistido al uso irresponsable e indiscriminado de las Nuevas Tecnologías. Con la mirada que tiene el diseño sobre las TIC se pretende formar a los “nativos digitales” como usuarios críticos, responsables y reflexivos en el uso de las herramientas digitales.


• La “nueva” forma de leer y escribir por medio de imágenes y sonido. Ha surgido una nueva forma de discurso: El “discurso multimedial” que tiene, entre otras, dos características importantes para subrayar:
1) El nativo digital, ha perdido la capacidad de atención en los discursos tradicionales, las causas son variadas, una cultura no lineal y propensa a la hipermedialidad, son dos causas notables hoy en día. Los discursos multimediales propician la atención y aprehensión del conocimiento en los alumnos (afianzando el dicho popular: “una imagen dice más que mil palabras”). El aprendizaje con imágenes y sonidos se torna significativo y;
2) Esta nueva forma de leer y escribir por medio de imágenes y sonidos es una fuente inagotable de nuevos discursos multimediales que no solo generan sino que también, son el campo propicio para la creación de nuevos saberes.


• El enfoque del trabajo colaborativo. Como característica propia de una escuela de orientación crítica, el trabajo colaborativo es una forma de cooperación, de creación con los otros, de reconocer que el conocimiento no está en una sola fuente sino que se encuentra distribuido, tiene diversos orígenes. Mediante la colaboración, entonces, se abre la posibilidad de conocer más, de enriquecer y enriquecerse mediante el aporte y ayuda de otros y con los otros.


 Marcela P. Ruvira

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lunes, 9 de agosto de 2010

CAMBIO DE ÉPOCA O ÉPOCA DE CAMBIO?

Hace unos años, decía a colegas conocidos, que pronto la escuela, tal como la conocemos hoy; tiene los días contados. ¿Cuánto le queda? ¿10, 15, 20 años?... Incluso creo que menos. ¿De qué le sirve a nuestros alumnos que hablemos con un lenguaje que para ellos es de la edad media?...
La escuela, hoy, tiene que enseñar a pensar, a ser crítico, a analizar, discriminar, retroalimentar.
Entonces, es necesario ¡una época de cambio!... Pasemos, de una vez por todas, de la tiza y el pizarrón y la explicación catedrática a la era digita.
Hablemos el lenguaje de los jóvenes, construyamos el conocimiento de forma colectiva para que el docente deje de ser el “iluminado” que tiene todo el saber.
Así es la era digital, trabajar con el software social que los chicos conocen, nos abrirá la puerta de su interés para construir nuevo saber.
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viernes, 16 de julio de 2010

La Nación, el Estado, el Bien Común en la Argentina y una mirada Esperanzadora (Compartiendo ideas)

La Nación es fundamentalmente la comunidad de hombres congregados por diversos aspectos, pero, sobre todo, por el vínculo de una misma cultura, reunidos por una idéntica concepción de hombre y de mundo y por una sola escala de valores, que se traducen en actitudes, costumbres e instituciones comunes. Así, los hombres constituyen un pueblo o Nación con su propia identidad (no uniforme sino plural nucleada en valores). El pueblo argentino fue constituido por la integración de los valores de pueblos indígenas e inmigrantes. Valores éstos, cristianos que se impregnaron en la sociedad y sus instituciones.
Se formó, de esta manera, a través de la opción de unos u otros valores una configuración que determinó la Cultura Nacional. Pero como la historia es dinámica, a partir de la irrupción de la ideología liberal entre otros avatares históricos, la escala de valores se fue modificando. Las consecuencias están a la vista. Entre ellas, los signos negativos que delinean una argentina en profunda crisis social, económica, de valores, y educativa. Sumergida en la corrupción, la crisis política e institucional, el flagelo de la droga (tan dañina para las jóvenes generaciones), la falta de empleo, la indigencia y la exclusión.
Estos signos negativos son consecuencia del daño que han sufrido los valores fundamentales de la sociedad y su inminente efecto nefasto en el tejido social argentino. Estos valores fundamentales dañados son:
•La verdad que no es un conjunto de opiniones, sin embargo se ha transformado en eso. Peor aún: “no hay verdad”, “la verdad no se puede conocer”, “la verdad no existe”, “la verdad es de cada uno”.
•La libertad, signo de la imagen de Dios y cualidad que dignifica a cada persona. Vivimos engañados creyéndonos libres, cuando en realidad somos esclavos, porque no se entiende que la libertad es buscar el Bien y buscar el bien de los otros. Se confunde libertad con egoísmo, hacer lo que quiero, indiferencia.
•La justicia, virtud moral que “consiste en la constante y firme voluntad de dar a Dios y al prójimo lo que les es debido” , constituyéndose así la norma para actuar en el ámbito subjetivo y social.
•Y fundamentalmente, La caridad que es “el criterio universal de la ética social” . Sin caridad no hay ni verdad, ni libertad, ni justicia ya que éstas nacen del amor.
Con este marco social, el Estado, es quien organiza a la Nación y cuya finalidad es establecer el bien común para las personas y su realización integral.
En nuestra patria, esta finalidad se ha ido distorsionada por diferentes causas: egoísmos, partidismos y sobre todo por la adopción de ideologías liberales que sólo fomentaron y fomentan la supervivencia del más fuerte, desestimando el bien común como principio fundamental para el desarrollo de la persona humana y la vida en sociedad.
En este sentido, la persona humana es concebida como “una naturaleza dotada de inteligencia y de libre albedrío” ; superior al Estado. Por tanto, la primera debe subordinarse al segundo, siempre y cuando el segundo mande conforme a la recta razón y conducido por la ley natural y la ley positiva en función del bien común. Y esto en Argentina (y no sólo aquí sino globalmente) se ha ido “olvidando”. ¿Quién piensa, hoy en día, cuál es la ley natural para dictaminar una ley positiva?¿Qué significa “el bien común” para esta o aquella situación? Se piensa más bien en las presiones partidarias, en el beneficio personal, en las motivaciones corruptas.
No se puede alegar, ante estas situaciones que se desconoce la ley natural. Ésta, además de estar inscripta en el corazón humano por Dios, está sintetizada y claramente expresadas, en los Derechos Humanos que inevitablemente también comportan Deberes. Por eso, “En la época actual se considera que el bien común consiste principalmente en la defensa de los derechos y deberes de la persona humana”
Aún estamos lejos de esto, es decir de reconocer los derechos y deberes de la persona humana. Más bien se reclaman siempre los derechos sin dar demasiada importancia a los deberes. Como consecuencia, los signos negativos que se ven son graves: pobreza material, de valores, intelectual.
La Educación merece un párrafo aparte. Las paupérrimas condiciones educativas, en lugar de garantizar el desarrollo del pueblo a través de la transmisión de la cultura y valores para abrir el corazón de los jóvenes a la generosidad; más bien parecen empobrecerlo. La sanción de nuevas leyes educativas no modifica lo esencial del problema sino lo superficial y dan respuestas de manera asincrónica a la emergencia educativa.
Estado ausente, corrupto, sin líderes íntegros en valores y sin amplitud de miras, deja un espacio vacío que sólo él puede colmar cumpliendo su finalidad a través del principio de SUBSIDIARIEDAD. Esto significa que el Estado es creado para organizar a los miembros de una Nación, como se dijo antes; y su función consiste en intervenir en la actividad privada de las personas si y sólo si, el bien común lo exige. Esto puede darse en dos casos:
•cuando es necesaria e inevitable su injerencia y,
•cuando las personas no puedan procurarse lo necesario para su desarrollo pleno e integral.
A esto se denomina PRINCIPIO DE SUBSIDIARIEDAD cuya característica es la participación de los ciudadanos en la cosa pública y no debe confundirse con el ASISTENCIALISMO ni el CLIENTELISMO POLÍTICO.
Por otra parte y como consecuencia inmediata de la subsidiariedad, queda claro que en Argentina; aún no se comprende que todos los ciudadanos construimos el bien común que no es fruto de decisiones arbitrarias, partidistas o sectarias sino de la puesta en práctica de los principios fundamentales de la vida social empleando las virtudes y actitudes personales para su realización (la verdad, la justicia, la libertad y la caridad). Hemos perdido de vista que toda persona, además de estar abierta a la Trascendencia; es un ser en relación con los demás. Por esto el hombre es concebido, en su esencia, como un ser social y político.
Por otro lado, si el bien común es el resultado de la cooperación entre las personas que forman el Estado, hemos avanzado un poco en esta cooperación a través del diálogo para construir un proyecto de país, pero no ha sido suficiente. Falta continuar.
Es innegable, pues, que el compromiso personal con la comunidad, el diálogo, la cooperación de todos permitirá construir un país mejor, más participativo que redundará en el afianzamiento de la democracia y en la vida de las Instituciones: familiar, educativa y la de los respectivos poderes republicanos. Así dejaremos de ser habitantes que hacen uso de la Nación para ser ciudadanos que construimos la Nación.
Aunque la realidad parece decirnos lo contrario, como cristianos sabemos que Jesús resucitado está presente. También sabemos que siendo criaturas libres tenemos la capacidad de acoger o rechazar su Gracia. De esto depende adelantar o retrasar la obra de la Salvación porque tenemos la certeza que “el conjunto de esfuerzos realizados por el hombre a lo largo de los siglos para lograr mejores condiciones de vida responden a la voluntad de Dios” .
Por eso, Dios se hizo hombre y ha querido depender de nuestra pobre libertad para hacer nuevas todas las cosas . No estamos desesperanzados ni desamparados, porque la fe nos dice que Jesucristo está con nosotros. En esto encontramos la fuerza para edificar un mundo mejor, un país mejor, una familia mejor, un mundo más HUMANO. Tenemos una esperanza y es esta: “Jesucristo es el Señor de la Historia” pero reclama nuestro esfuerzo. Esfuerzo de Amor, en el cual seremos juzgados: “Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver". Los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber?¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos?¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?" Y el Rey les responderá: "Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo". .
Miramos a Nuestra Madre María que a pesar de las incomprensiones y los sufrimientos vividos nunca perdió la fe en la Palabra que le había sido confiada.
Autora: Marcela P. Ruvira

miércoles, 23 de junio de 2010

Opinión...

¿Existe Crisis en la educación?
Hace algunos años, venimos hablando de la crisis que vive la sociedad. Hablamos de la crisis política y económica que afecta a nuestro país, marcada por los abruptos cambios de gobiernos, los desequilibrios económicos, la brecha abrumadora entre ricos y pobres, la desproporcionada cifra de los que viven bajo la indigencia.
Los valores y creencias de los sujetos se han degradado. Como personas también estamos en crisis, porque no sabemos qué rumbo tomar, cuál es el camino a seguir, no tenemos puntos de referencia.
La escuela, inserta en esta sociedad y como institución que tiene el mandato social de transmitir la cultura (educar, formar) a las generaciones de jóvenes que la constituyen, no ha quedado fuera de la crisis.
La principal crisis de la educación es de índole pedagógica, dado que durante años se ha vaciado de contenido a la escuela como consecuencia de los innumerables problemas a los que debe atender. Estas situaciones problemáticas, la desbordan. Problemas de violencia, de pobreza, de indigencia, psicológicos, familiares, entre otros muchos que aquí no mencionamos; hacen que la escuela sea una verdadera contenedora social más próxima al asistencialismo que a la función para la cual fue creada: “transmitir la cultura”, es decir, contenidos: conceptuales, procedimentales y actitudinales.
La crisis de autoridad es otro de los problemas que padece nuestra sociedad y en ella, el ámbito educativo.
En las escuelas, los docentes no son respetados y los directivos tampoco. Pocos son los que logran mantener el lugar de la “autoridad”. Como vivimos disgregados y en crisis como sujetos, no se logra un testimonio coherente entre la que se dice y se hace. Quienes ocupan un lugar de poder, quedan expuestos a sus propias incoherencias. Por otra parte, las familias no apoyan el rol del docente como autoridad, porque ellas mismas carecen de esa imagen. Por tanto, no existe referente en el marco escolar que pueda orientar a los jóvenes.
En síntesis, creemos que la educación, como otros ámbitos de nuestra sociedad, se encuentran en crisis a causa del cambio de época que estamos viviendo. La escuela, como la conocemos, ha sido creada para la modernidad y constatamos que ya no vivimos en esa época. Los niños y jóvenes de esta época son post-modernos, que asisten a escuelas cuya estructura es moderna. De este modo, la educación, también se encuentra en crisis.